domingo, 30 de enero de 2011


Hoy, 30 de enero, se celebra en todo el mundo el “Día Escolar de la Paz y la No-Violencia” (fue declarado por primera vez en 1964) y se hace extensivo como “Día Mundial de la Paz” (coincidiendo con el aniversario de la muerte, 30 de enero de 1948 del líder nacional y espiritual de la India, Mahatma Ghandi, “defensor” a ultranza de valores humanos tan sencillos como la “convivencia” en paz entre hombres y mujeres). Los centros escolares “realizan” actos relacionados con tan extraordinario “motivo”: la paz.

Al ser domingo, lo celebramos el viernes, 28 de enero de 2011, con “actividades” relacionadas con la “no-violencia” y la “Paz”: canciones, juegos, lecturas, “abrazos solidarios”,"elaboración de carteles"… todo se ha ido “preparando” (a lo largo de toda la semana) para representarlo de manera emblemática en el patio del colegio, disfrutando de un ambiente agradable, sin “peleas”, sin “riñas”, sin “malos modos”, compartiendo “paz” y “armonía” como solo los niños saben hacerlo. Como casi siempre la megafonía nos falló.

Con todo esto hemos “potenciado”, la “convivencia”, la "armonía", los “valores” esenciales que deben ponersae en práctica en cualquier circunstancia de sus vidas, dentro de los colegios, en la calle y, tal y como los padres les “inculcamos”, en los distintos acontecimientos sociales de los que sean protagonistas.

domingo, 9 de enero de 2011

REGRESO A LA NORMALIDAD DESPUES DE LAS VACACIONES DE NAVIDAD




Hay niños que le cuesta volver al colegio, nuestra misión como padres y educadores es conseguir que vuelvan felices y contentos a la rutina diaria.

Y es que la Navidad es un periodo muy especial, cargado de acontecimientos y momentos mágicos y divertidos para los niños: la casa se decora con adornos preciosos, se cantan villancicos, se preparan comidas exquisitas, se comparte más tiempo con los papás, los abuelos y otros familiares a los que no solemos ver regularmente...

Y por si todo esto fuera poco, se recibe la visita de Papá Noel y de los Reyes Magos, que llegan a casa con montones de regalos. Por todo ello, es lógico que la idea de acabar estos días de fiesta y reincorporarse a la rutina escolar resulte muy poco ilusionante para los pequeños.

BUSCAR EL LADO POSITIVO

Para ayudar a vuestro hijo a “digerir” la vuelta, es importante que se sienta comprendido. Animadle a hablar de ello y escuchadle sin enfadaros ni reñirle por nada de lo que os cuente (“no quiero comer en el cole”, “me aburre hacer tantas fichas”, “no me apetece madrugar”...).

Saber que puede exponer su rechazo y sus temores hará que se sienta más relajado y así podrá mostrarse más receptivo a vuestras sugerencias.

Hacedle ver, entonces, que la vuelta a la normalidad tiene numerosos aspectos positivos: el reencuentro con los compañeros, las cosas tan interesantes que aprende y que luego os explica a vosotros, esas actividades divertidísimas que sólo puede realizar en el centro escolar (pintar en una pizarra de dimensiones enormes, por ejemplo).

Recordadle también que en el momento en que la Navidad termina, ya no hay fiestas para nadie: los padres debéis incorporaros al trabajo, la familia de fuera regresa a sus hogares, los más pequeños vuelven a la escuela infantil...

Sería muy triste y aburrido que él se quedara solo en casa, al cuidado de una canguro. Es mucho más estimulante y gratificante estar en el colegio, con otros niños de su edad, sin parar de jugar y aprender en todo el día.

LISTO PARA EL REGRESO

Si habéis salido fuera a pasar las vacaciones, es conveniente que regreséis a casa al menos dos o tres días antes de comenzar el colegio; así podréis organizaros bien y hacer una adaptación progresiva al entorno, los horarios...

Evitad acostar tarde a vuestro hijo (dejad de concederle ese rato de más, por ser época de vacaciones) y no le dejéis dormir hasta muy entrada la mañana, para que cuando empiece a madrugar no pase sueño.

Y procurad darle de comer a la misma hora que lo hace en el colegio, para que su estómago también se vaya habituando al ritmo escolar. Hacerlo así es una forma sencilla y eficaz de prevenir la aparición de síntomas físicos de rechazo, como dolor de cabeza, molestias estomacales, inapetencia, irritabilidad o excesivo cansancio.

La reincorporación le será aún más fácil si antes de que acaben las vacaciones navideñas invitáis a sus compañeros más íntimos a merendar a casa. Así despertaréis en vuestro hijo la ilusión de estar con ellos.

Y recordadle que podrá llevar al colegio la cartera o el estuche que le trajeron Papá Noel o los Reyes Magos, y que tantas ganas tiene de estrenar. Insistid también en que el fin de semana lo dedicaréis entero a jugar con sus juguetes nuevos y aseguradle que aunque han llegado a casa de una manera mágica, no van a desaparecer así.

Esto aliviará la pereza que le da regresar y añadirá un aliciente más a la vuelta al colegio, que en realidad no le va a resultar tan desagradable como él se imagina.

A ESTOS NIÑOS LES CUESTA MÁS

La dificultad de los niños para volver a la dinámica escolar depende de...

Su carácter. Los muy protegidos, los demasiado consentidos y aquellos que son hipersensibles suelen tener más problemas para lograr adaptarse bien.

Su situación personal. La llegada de un hermano, el divorcio de los padres... Estas circunstancias pueden hacer que el niño se sienta inseguro en el centro escolar. Si dos semanas después de la vuelta al colegio continúa pasándolo mal allí, hay que hablar con su tutora para elaborar un plan que le ayude a estar mejor.